jueves, 24 de junio de 2010

Palabras de despedida del Hermano Gabín Seka

"Cuando los superiores me mandaron a Barranqueras en el Chaco, Argentina, tenía dos sentimientos:
- Una gran alegría de realizar mi decisión; una experiencia latinoamericana de la Congregación ;
- Preocupación de no saber lo que me esperaba porque nueva tierra, nuevo continente, nueva realidad cultural y todo.
Hoy, después de siete meses, aún quedan estos mismos dos sentimientos: la alegría y la preocupación pero con sentidos distintos. En efecto, no me preocupo más por no saber a donde tengo que irme sino por qué tengo que dejar este lugar conocido y que consideré mi segunda familia. Encontré gente buena y alegre, viví como en familia, me sentí muy cómodo. ¡Ojala me quedase más tiempo! Pero todo es gracia y tengo que volver.
No voy a dejar jamás de agradecer a este pueblo de Argentina en general y a este pueblo de Barranqueras en particular.
Experimenté, viviendo con ustedes, el fundamento de esas oraciones de San Luis Orione
- “Vivo o muerto volveré a la Argentina”;
- “Ama, Señor, a la Argentina, porque la Argentina ama a tus pobres. La fe y la nobleza de corazón de esta nación son tan grandes, que bien merece todas las bendiciones del cielo”.
Me voy de acá con mucha alegría por haber encontrado y vivido con gente muy buena y dinámica, que ama de verdad a su iglesia y a sus pastores. Me voy con mucha alegría de haber encontrado gente llena del sentido humano y obrando siempre para la valorización de la dignidad humana sin exclusión alguna, sin distinción alguna.
Decía San Juan Crisóstomo que antes de llenar los altares de flores y de lindas cosas, tenemos que mirar a nuestros hermanos los humanos que viven y mueren de hambre, de exclusión, de discriminación porque el mismo Cristo que decía tomen y coman porque este es mi cuerpo es el mismo Cristo que dirá después tuve hambre y no me dieron de comer. Y el ver también gente dispuesta a conjugar estos dos elementos: el llenar el altar de flores y el dar al mismo momento de comer, me llena de alegría.
De verdad que nunca voy a dejar de agradecer a cada uno de ustedes de modo particular:
- comenzando por mis queridísimos hermanos que me ayudaron a sentirme verdadero Hijo de la Divina Providencia y a vivir como tal en una comunidad orionita;
- a personas muy especiales que me ayudaron a aprender el idioma y me aceptaron como miembro de su familia;
- a mis queridos monaguillos con quienes tuve que trabajar de modo particular en la pastoral;
- a nuestras Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad quienes siempre me ayudaron a vivir y a ver que Don Orione no es solamente varón sino también es mujer;
- a toda la comunidad parroquial por su acogida muy calurosa y por su gran proximidad;
- a cada uno de los ciudadanos de Barranqueras de modo particular;
Muchísimas gracias a Ustedes que ayudaron a mi inserción de modo fácil y rápido en esta hermosa comunidad cristiana, en esta amable ciudad. Gracias de todo corazón.
Decía san Pablo: “Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos, fariseo en lo que mira a la interpretación de la ley… ”. Claro que no siempre pude corresponder a este gran signo de amor que manifestaron por mí; ya sea a nivel interpersonal como a nivel pastoral; porque soy hijo de una cultura diferente y siempre tengo y tendré la influencia de esa cultura.
Es por esto que quisiera pedir mil disculpas por todas las veces que mi modo de pensar, de actuar o de percibir las cosas fue diferente y quizás hasta escandalizó. Lo siento y les pido que me perdonen por todas la veces que no supe y no pude corresponderles. ¡Mil disculpas!
Siempre tendré a cada uno de modo particular en mi pensamiento y en mis humildes oraciones.
Y como siempre me confío a sus oraciones."

1 comentario:

Gabin SEKA fdp dijo...

Despues de uno y màs me acuerdo de esa mis palabras que pronuncié antes de irme de Barranqueras! Fue una vida aun breve, de felicidad, de alegria y de intrega. Saludo de modo general cada uno de aquellos con quienes esa vida se realizò. un saludo màs querido a los monaguillos, a los jovenes, "sol o tempesta de manana"! Con San Luis Orione, Ave Maria seimpre y adelante!