EL VALOR DE LA AMISTAD
Texto del micro radial de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT9 (Sábado 15 de julio de 2006)
El próximo 20 de julio celebramos el día del amigo. Por ser el Evangelio el camino de Dios a los hombres, el tema de la amistad y del amigo están presentes en las palabras de Jesucristo, es más, él nos dice: “ustedes son mis amigos”, porque yo los he amado. La amistad es una expresión superior del amor. Qué importante para un cristiano es descubrirse en esta relación de amistad con Jesucristo, es decir, no me encuentro con una idea o con un conjunto de normas, sino con una persona. Esta relación personal con Él que da sentido a mi vida, es la que me permite vivir con alegría el compromiso de la fe. La verdadera amistad necesita del amigo. Esto parece obvio, sin embargo, muchas veces podemos avanzar en la búsqueda de la amistad con cierto egoísmo, esto se da cuando sólo buscamos en el amigo aquello que me posibilita un estado de ánimo o una circunstancia que me satisfaga, pero no tanto su persona y su bien. La verdadera amistad crece en la presencia desinteresada del amigo. Qué triste cuando esta relación tan noble de la amistad sólo se reduce a reclamar del amigo lo que lo necesito.
A la amistad Santo Tomás la define como el amor de benevolencia, es decir, es querer el bien del otro. Esto nos habla de entrega, y de cierto olvido de nosotros, para buscar el bien del ser amado. Nada más opuesto a la amistad que el egoísmo. Hay gente que se lamenta de no tener amigos, tal vez porque ha buscado en la amistad su propio provecho. El amigo es alguien que descubro, que acompaño y me compromete. La amistad exige reciprocidad. Hay un camino hacia la amistad. En una cultura del zaping nos podemos acostumbrar a cambiar personas buscando sensaciones que no nos llevan a un encuentro profundo, por ello no crean amistad. Tener un amigo y conservar la amistad es un signo de generosidad y madurez espiritual. ¿Cuáles serían las actitudes que posibilitan una verdadera amistad y enriquecen la relación con un amigo? Yo les diría, valiéndome de unas reflexiones sobre la amistad sacerdotal que nos hiciera el cardenal Pironio hace unos años, que el verdadero amigo sabe elogiar sin adular. El elogio, como el reconocimiento, es el oxígeno del alma. La adulación, en cambio, es un aire enrarecido que asfixia. El amigo, continuaba, sabe corregir sin hundir. Es la palabra o el consejo oportuno que sabe esperar el momento para hablar, como también el silencio que no es complicidad sino compañía. Concluía que el verdadero amigo sabe educar sin violentar. Esto significa, nos decía, no imponer nuestra propia forma de ser, nuestra personalidad, sino saber ayudar al otro para que desarrolle su propia personalidad. La amistad no crea iguales sino que se alegra de lo diverso. Cada uno de nosotros puede contar en este día con la presencia de un amigo cercano, a él sepamos agradecerle su amistad; otros, tal vez, el recuerdo de un amigo que ya no está, para él el recuerdo agradecido y una oración. No tratemos de encontrar al amigo ideal, tratemos de ser nosotros un verdadero amigo.
Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz
Ayer, 20 de julio, después de la Misa celebrada en honor al Divino Niño Jesús, festejamos el día del amigo en nuestra Casa junto a los sacerdotes de nuestra Parroquia Inmaculada Concepción y los miembros del Equipo animador del Movimiento Laical Orionita de Barranqueras.
1 comentario:
¡¡QUÈ BUENO EL VIDEO, QUE LINDAS FOTOS, REALMENTE PASAMOS UN HERMOSO MOMENTO, GRACIAS POR PERMITIRNOS SER PARTE DE ESTA GRAN FAMILIA ORIONITA.
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